Cap 10 - Preparativos

Sentado en un tronco, Orlok comenzó a golpear las piedras que hacen chispas. No tuvo dificultades para encender un puñado de ramas secas. Con ellas, Orlok encendió una fogata. No podía borrarse la sonrisa de la cara, estaba listo para destruir su jardín. Pensaba hacerlo por la noche, que es cuando el fuego es mas vistoso. Orlok lo había imaginado así, y así lo haría.

Con el objeto de estar fresco y preparado para su gran momento, Orlok decidió tomar una siesta vespertina. Ni bien cerro los ojos, su mente se llenó de gritos de pavor. Eran las mismas voces que lo acompañaban en sus sueños. Orlok comenzó a soñar y las voces se silenciaron. Soñó una noche azul con el jardín en calma, caminando por entre plantas y flores negras. Entre árboles, a la distancia y frente a él, suspendido en el cielo oscuro, divisó resplandeciente una esfera blanca y luminosa. No pudo resistirse, era imperioso caminar hacia ella, y así lo hizo. La maleza ganaba altura a medida que avanzaba, y se aferraba a sus pies. Determinado, arrancaba y caminaba hacia adelante a pesar de que se hacía cada vez mas dificultoso. Las plantas se aferraban a sus piernas. De los tobillos crecían hacia su torso. Cada vez en más número y con más fuerza. Primero fue su pierna derecha la que se atoró, mientras se entretuvo tironeando en vano, la plantas se aferraron con fuerza a su otra pierna. El miedo se apoderó de Orlok, y subió por su cuerpo a la misma velocidad que las plantas. Cubierto hasta el cuello sintió su pecho oprimido, le costaba respirar. Su cara comenzó a ser tapada por flores negras, no podía respirar. Las flotes entraban por su boca, las sentía raspar su garganta por dentro y hasta el estómago, y en ese momento de pavor, las plantas comenzaron a arder prendidas fuego.

Orlok despertó sobresaltado frente a la danza resplandeciente del fuego en el marco de una noche perfecta.