El jardín logró instalar la duda en la mente de
Orlok. Si lo prendía fuego, las llamas de seguro lo alcanzarían.
Orlok se vio envuelto en llamas y a los gritos; se vio rendido en el suelo sufriendo las últimas
convulsiones. El miedo se apoderó de
Orlok. Él no quería morir de esa manera. Por otra parte, también pensaba que si por fortuna, lograra sobrevivir al incendio, sin el jardín no tendría nada para comer. ¿Qué haría entonces?. Y una vez más, la duda se transformó en miedo.
Orlok quedó paralizado.
Típica consecuencia de las acciones guiadas por la furia.
ResponderEliminarSí y también es la típica resistencia que ejerce la realidad de cada uno para mantenerse estática. Maldito status quo.
ResponderEliminarNi quemarla ni paralizarse. Mejor crear otra realidad, amigo Orlok.
ResponderEliminarOrlok is not ready para crearse otra realidad. Tiempo al tiempo.
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