Cap 7 - La Pregunta

Orlok permaneció en silencio durante toda la noche alternando entre sueños y breves lapsos de lucidez. Mantuvo un diálogo con la misma voz, varias veces durante la noche. Era soñarla para luego despertarse con una decena de palabras que flotaban frente a él, y la necesidad imposible de articular un mensaje que inevitablemente era engullido por un nuevo sueño. Eran conversaciones sin sentido alrededor de la insatisfacción de una pregunta que Orlok formuló infinitas veces sin que fuera atendida jamás por nadie. ¿Por qué lo habían olvidado?

Orlok despertó profundamente amargado. Permaneció unos segundos sentado juntando fuerzas. Luego se puso de pie y comenzó a romper todo. Arranco ramas, agarro a patadas un puñado de flores que nacían del suelo y escupió el tronco de un árbol. Luego le arrancó la corteza y la arrojo con furia hacia un arbusto. Cerró sus puños, miro al cielo y desde lo más profundo de sus entrañas emergió un grito insoportable que hizo vibrar las hojas del jardín.

2 comentarios:

  1. Me intriga el orígen de la incomodidad, o más bien, dicotomía emocional de Orlok para con su jardín.

    Se frustra y se entusiasma.

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  2. Esa, my friend, es la clave de la histora.

    Entusiasmo tuvo sólo al principio. Luego se perdió en la vagancia. Un factor externo como la lluvia lo sacó de su letargo. Y comenzó la incomodidad / disconformidad. Que en este caso, y por el momento, terminó en un berricnhe de un niño (bastante inofensivo).

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